La adolescencia y la tormenta emocional: diferenciar cambios normales vs señales de alerta 

Experiencia

La adolescencia es una etapa de profundos cambios físicos, psicológicos y sociales. Es el momento en que los jóvenes comienzan a construir su identidad, explorar sus emociones y redefinir sus vínculos. En este proceso, es común que surjan altibajos emocionales, conductas desafiantes y una necesidad creciente de independencia. Sin embargo, no todos los cambios son parte del desarrollo típico: algunos pueden ser señales de alerta que indican la presencia de problemas de Salud Mental. 

Freddy Meneses, psicólogo de Grupo Cetep señala al respecto: “La adolescencia constituye una etapa de reorganización neurobiológica y transformación psicosocial. El cerebro experimenta un proceso de poda sináptica y remodelación de la corteza prefrontal, región encargada de la planificación, la regulación de impulsos y la toma de decisiones. Este contexto explica la mayor sensibilidad emocional, la búsqueda de novedad y la tendencia a conductas de riesgo. El acompañamiento adulto en esta fase es esencial.” 

Es fundamental que padres, cuidadores y educadores aprendan a distinguir entre lo que es esperable en esta etapa y lo que podría requerir atención profesional. Por ejemplo, es normal que un adolescente experimente tristeza ocasional, irritabilidad o cambios en sus intereses. Pero si estos síntomas persisten por semanas, afectan su funcionamiento diario o se acompañan de aislamiento, conductas autolesivas o pensamientos suicidas, es momento de actuar. 

Según el Observatorio de Salud Mental en Chile, en un estudio realizado en marzo de 2024 con una muestra de 16.900 personas, se identificó que el 34% de los adolescentes presentaban síntomas compatibles con trastornos del ánimo como depresión o ansiedad. Esta cifra evidencia la urgencia de abordar la Salud Mental infanto-juvenil con seriedad y compromiso, especialmente en un contexto postpandemia que ha intensificado el malestar emocional en los jóvenes. 

Para acompañar a los adolescentes en esta etapa sin caer en la sobreprotección ni en la indiferencia, aquí van algunos consejos prácticos: 

  1. Escucha activa: Dedica tiempo a conversar con tu hijo o hija sin juzgar ni interrumpir. A veces, lo que necesitan no es una solución, sino sentirse comprendidos. 
  1. Observa cambios de conducta: Si notas que deja de disfrutar actividades que antes le gustaban, se aísla o tiene alteraciones en el sueño o apetito, presta atención. 
  1. Fomenta espacios de expresión: El arte, el deporte o la escritura pueden ser canales para que los adolescentes procesen sus emociones. 
  1. Promueve el autocuidado: Enseñarles a cuidar su salud física y emocional es clave. Dormir bien, alimentarse adecuadamente y tener rutinas saludables hace la diferencia. 
  1. Busca ayuda profesional cuando sea necesario: No esperes a que la situación se vuelva crítica. Psicólogos, psiquiatras y orientadores pueden ofrecer herramientas valiosas. 

En Grupo Cetep hemosasumido un rol activo en la promoción de la Salud Mental adolescente. A través de nuestros programas de atención psicológica, talleres educativos y campañas de sensibilización, trabajamos para derribar estigmas y facilitar el acceso a apoyo profesional. Nuestro enfoque integral y humano permite que miles de jóvenes y sus familias encuentren orientación y contención en momentos difíciles. 

La adolescencia puede ser una tormenta emocional, pero con acompañamiento, información y redes de apoyo, es posible navegarla con esperanza y resiliencia.