Parentalidad positiva: cómo acompañar sin sobreproteger 

Experiencia

Ser padres implica equilibrar amor, apoyo y límites. La parentalidad positiva se centra en guiar desde el respeto, fomentando la autonomía y la autoestima de los hijos, sin recurrir a la sobreprotección o al autoritarismo. Este enfoque busca formar niños seguros y capaces de enfrentar el mundo con confianza. 

Según la Encuesta Longitudinal de la Primera Infancia (ELPI) un 56,9% de los niños de entre 5 y 12 años es víctima de agresiones psicológicas en su crianza por parte de sus cuidadores principales. La parentalidad positiva surge como una alternativa que construye vínculos más sanos y duraderos. 

Este estilo no significa ausencia de normas, sino establecer límites claros en un ambiente afectuoso. Los niños que crecen con reglas consistentes, pero también con escucha activa y validación, desarrollan mayor seguridad emocional y capacidad de toma de decisiones. 

Freddy Meneses, psicólogo de Grupo Cetep señala al respecto: “La dialéctica entre protección y autonomía representa uno de los mayores desafíos parentales. La sobreprotección, aunque motivada por el afecto, funciona como un invernadero: mantiene al niño a salvo a corto plazo, pero impide que desarrolle raíces sólidas para enfrentar la vida real.” 

El desafío para los padres es evitar caer en extremos: ni sobreproteger, limitando la independencia del niño, ni imponer disciplina rígida que corte la comunicación. Encontrar un punto medio requiere paciencia, flexibilidad y coherencia entre lo que se dice y lo que se hace.  

Consejos prácticos para parentalidad positiva 

1. Establecer límites claros y coherentes 
Reglas consistentes enseñan responsabilidad y generan seguridad emocional. 

2. Reforzar conductas positivas 
Premiar esfuerzos y actitudes constructivas motiva la conducta adecuada sin castigos constantes. 

3. Escuchar activamente 
Prestar atención genuina a lo que dicen fortalece la comunicación y el vínculo afectivo. 

4. Promover la autonomía 
Asignar tareas según la edad fomenta independencia y autoestima. 

5. Mostrar afecto de manera constante 
El cariño explícito y frecuente refuerza la seguridad y la confianza en los niños. 

En Grupo Cetep creemos que el bienestar infanto-juvenil comienza en el hogar. Nuestra misión es acompañar a padres y cuidadores en el camino de una crianza positiva, que fomente el respeto, la seguridad emocional y la confianza mutua.